Pere Calders, en su cuento La nota única, sin saberlo, hizo la descripción de la propuesta estética de Els Mals Endreços: "Era, de una manera inexacta y precisa a la vez -milagrosa alianza-, una excepción que no confirmaba ninguna regla, un estreno mundial absoluto."

La declaración de principios que guía el trabajo de Els Mals Endreços reza: "Por un arte de lo inesperado: para poder estar donde no te esperan, desarrollar una técnica de guerrilla artística, actuar por sorpresa. Por una democratización de los espacios para la cultura: liberando la expresión cultural de la cita previa, de los carteles, de las salas (y los públicos) especializadas, volviendo a los lugares la posibilidad de subvertir lo que la realidad les obliga a ser.

Cuestionando los límites de las etiquetas y los productos culturales: a medio camino del concierto, la performance, la improvisación, la creación contemporánea, la exploración de nuevas técnicas y la juglaresca aventura más vieja que Matusalén.