ITINERARIO. Ecología

La temática ambiental sigue siendo crucial en cualquier reflexión sobre el presente y el futuro, debido al consenso prácticamente total que existe en torno a la gravedad de la crisis climática. Lejos de convocar cuestiones meramente técnicas, circunscritas al ámbito de la ciencia, es un asunto que interpelan la economía, la política, la salud, los derechos humanos y la estabilidad global. Los impactos del cambio climático y la degradación ambiental afectan de manera desproporcionada a las comunidades más vulnerables y empobrecidas, por lo que la perspectiva ecológica también es un asunto de justicia social, ya que se trata de proteger a los grupos más expuestos a estos riesgos.

Si lo deseamos, lo podemos mirar en clave de bienestar, ya que nada tiene un impacto tan directo, multidimensional y duradero en el bienestar de la humanidad (o en su carencia) como las cuestiones ambientales. Y este bienestar es a lo que alude el título de una de las primeras sesiones de la Bienal, ¿Decrecer para vivir mejor?, formulado en interrogativa porque contiene una gran pregunta implícita: ¿puede el modelo económico y social imperante seguir creciendo indefinidamente sin llevarnos al colapso ambiental? Jason Hickel, antropólogo de la economía experto en decrecimiento, compartirá las claves de su investigación y su visión de una posible economía postcapitalista con todas sus implicaciones sociales, laborales y sanitarias.

Siguiendo con el bienestar, la inercia a menudo nos lleva a pensar que es un parámetro exclusivamente humano, y precisamente esta forma tan poco empática de relacionarnos con lo no humano es lo que motiva un diálogo como El lugar de los animales y el mundo rural en un mundo mejor. Lo protagonizarán la bióloga estadounidense Gretchen Daily y la divulgadora de pensamiento crítico en torno a la ruralidad Vanessa Freixa. También es necesaria la reflexión sobre la gestión política del agua, que se debatirá en la sesión Agua y democracia. Límites y retos para la gobernanza de un bien común.

Un estimulante punto de encuentro entre recursos naturales y lenguas amenazadas es lo que propone 5.600 árboles para salvar la lengua. La escritora islandesa Auður Ava Ólafsdóttir sabe personalmente lo que significa hablar y escribir en una lengua minoritaria, y en su obra entrelaza los temas del habla y la identidad con el entorno físico y natural. Es una invitación a tener una sensibilidad ecológica hacia las lenguas y una sensibilidad cultural, de pertenencia, hacia los recursos ambientales que (aún) nos rodean.

Y de árboles y otras especies, humanos incluidos, también trata La Amazonía, el centro del mundo, un encuentro con Eliane Brum. Según la periodista y activista brasileña, es urgente un cambio de marco mental y de relato que sitúe los puntos clave del planeta en los grandes santuarios de vida. A partir del caso de la Amazonía, que conoce de primera mano, conversará con Gabi Martínez y dará algunas pistas sobre lo que hay que hacer para garantizar algún tipo de calidad de vida para las próximas generaciones de humanos y otros seres vivos.

A través de un sedazo artístico, Sirenas y robots. Sobre cantos de sirenas en tiempos de narrativas climáticas también posee un gran contenido y sensibilidad ambientales. Se trata de una instalación sonora del oceanógrafo Joan Llort y el dúo vocal Tarta Relena, en la que las sirenas nos cantan el destino del Mediterráneo ante los efectos del cambio climático. La experiencia, en la Sala Raval del CCCB, dura unos quince minutos; asegúrate de consultar los horarios y hacer la reserva si es necesario.