La cuestión de saber si los pájaros son realmente músicos, es un tema muy controvertido. Y está subordinado a otro que también está en pleno debate: saber si los animales pueden ser reconocidos como artistas.

En estas discusiones a menudo se mezclan aspectos como el instinto, el determinismo, la libertad, la intención..., en definitiva, se trata de argumentos que tienden a proteger la vieja concepción de la excepcionalidad humana, la cual ha hecho del lenguaje y arte las facultades discriminatorias entre los humanos y los que no son humanos.

Pero existen otros caminos dibujados por filósofos, ornitólogos, artistas y músicos, que apuntan a pensar las vitalidades expresivas que traducen los lenguajes, los gestos, los cantos y las músicas como unas potencialidades comunes, las cuales son la señal de la inventiva tanto de las formas de la vida como de las formas de vivir.

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